El ascenso al poder del joven y sanguinario Lord Naritsugu supone una seria amenaza para la paz en el Japón feudal.

Tras la muerte del segundo shogun Tokugawa, se revela que fue envenenado por los servidores de su hijo Iemitsu con la esperanza de obtener el shogunato a pesar del tartamudeo y la marca de nacimiento que socavan su respeto.

Resultados 1 - 2 de 2