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Nápoles, principios de los 80. Aldo y Vanda pasan por una separación, después de que él revela su aventura. Sus dos hijos pequeños se debaten entre sus padres, en un torbellino de resentimiento.
Louise conoce a Nathan, sus sueños resurgen. También es la historia de su hermano enfermo y de su madre, y del destino de una gran familia de la burguesía industrial italiana.
A un fracasado director de cine se le ofrece la oportunidad de montar la pasión de Cristo en un pueblo, con divertidas consecuencias.
En 1968, los jóvenes italianos soñaban con cambiar el mundo; era aquel un tiempo en el que las normas se violaban, se reivindicaba el amor libre y todo parecía posible.
Bolonia, 1938. Durante la Italia fascista, el profesor Michele Casali vivirá una situación desesperada cuando Giovanna, su única hija todavía adolescente, sea acusada de haber asesinado a su mejor amiga.
Cuando la mujer de Pietro (Nanni Moretti) muere de improviso un día de verano, en ese preciso momento él estaba en la playa salvando la vida de una desconocida.
Paolo Bonomo es un productor de películas de serie B que atraviesa un momento particularmente crítico: está en trámites de separación de su mujer Paola, y además su productora no va demasiado bien.
La mágica Mole Antonelliana (el cavernoso Museo de Cine de Turín, Italia) es el escenario de una historia de amor muy poco probable.
En una pequeña ciudad del Norte de Italia, vive apaciblemente una familia formada por los padres (Giovanni y Paola) y dos hijos adolescentes: Irene, la mayor, y Andrea, el pequeño. Giovanni es psicoanalista.
Nanni Moretti cuenta, en primera persona, sus experiencias personales como si fueran la crónica de un diario. En formato seudodocumental repasa sus filias y fobias más íntimas, basándose en el cine, la política, el trabajo y la familia como ejes argumentales
2005. Jimi Dini (Christopher Lambert) acepta el proyecto de diseñar Nirvana, un videojuego interactivo que debe entregar poco antes de que terminen las fiestas de Año Nuevo.
Sicilia, 1983. Da un carcere speciale Braccio (Amendola), terrorista rosso che ha già scontato quattro anni di una pesante condanna, parte su un furgone scortato verso il nord. Scopo ufficiale: fargli passare un mese nel carcere di San Vittore a Milano dove ha la fidanzata. Scopo reale: indurlo a collaborare, a fare nomi. Il lavoro di persuasione è affidato a un capitano dei carabinieri dell'antiterrorismo.
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